Hola a todos
Este fin de semana nos hemos dado un caprichito, nos hemos al Roca Nivaria Gran Hotel.
Si estáis buscando un hotel en el que poder desconectar a una calidad precio bastante buena, no lo dudéis no os defraudará.
Sin duda el hotel tiene muchísimas cosas positivas entre ellas que si tienes peques el mini club es más bien una guardería donde haciendo reserva puedes dejar a bebés a partir de los 10 meses, algo a tener muy a favor cuando necesitas darte al menos un baño relajado en la piscina, o poder tomarte algo en el bar de la piscina donde no te estén molestando esos adorables enanos que a veces nos vuelven totalmente locos.
En la recepción soy muy eficientes y amables, por poner una pequeña pega, que no te dan un mapa del hotel donde poder ubicar las cosas a la hora de hacer el check in, pero de resto son un equipo muy eficaz, por lo que se puede apreciar desde fuera.
Los botones son todos un encanto, el que nos enseño nuestra habitación fue de los más eficientes que hemos visto. Hizo su trabajo rápido y bien, que más se puede pedir??
Las habitaciones, súper amplias, daros cuenta que nosotros éramos 4 y estuvimos super cómodos, aunque cuidado con la ducha resbala un poco y os podéis llevar un desagradable susto. Pero son bonitas muy cómodos, y la tele está en inglés con subtítulos en español (cosa que a mi me repateó) pero es fácil encontrar como cambiar el idioma aunque los subtítulos nos acompañaron todo el tiempo
En cuanto a las piscinas tiene 2 muy amplias, una de ellas a una temperatura en la que si te gusta nadar puedes estar horas, porque está ideal ni muy fría ni muy caliente…y la de abajo aunque de agua fría con la cascada el mar de fondo…vamos un gusto para los sentidos, esta es más una piscina para adultos, aunque no es que estén prohibidos los niños, sino que en la de arriba está la piscina infantil. No os imaginéis una super piscina infantil, es como casi todas, como digo yo un charquito donde los niños se remojan sin peligro, pero un poco monótono.
La comida…en la cena fue espectacular, estuvo todo buenísimo, desde solomillo al chocolate, paellas, ensaladas, una parrilla con entrecot, chuletas, salchichas y chistorras, papas arrugadas con mojo, verduras preparadas de distintas maneras, variedad de panes…Vamos muy pero que muy buena, superó altamente todas nuestras espectivas, cosa que paso factura a la hora del desayuno, había variedad pero los jugos no eran naturales, nos esperabamos quizás algo más después de ver la cena, aunque todo lo que había estaba muy rico. Ahora del personal ni una queja, sin duda son todos muy eficientes y da gusto tratar con gente así, desde el maitre que nos acompañó hasta la mesa y nos indicó que dentro del restaurante hay una zona para familias con un área de juegos enorme para los enanos (cosa que es una grandísima ventaja), hasta el que pasaba a servir otras mesas, todos con sonrisas y super amables, se que seguramente diréis «normal es su trabajo» pero no es tan normal como creéis en los establecimientos hoteleros.
Si tengo que encontrarle alguna pega sin duda se la encuentro a que nadie sabía donde estaba el mini club, perdimos como unos 20 minutos buscándolo, ahora cuando lo encontramos mereció la pena, una de las chicas, que se llamaba Laura, nos lo explicó todo a las mil maravillas, se ganó a mis enanas en nada y la animación que hicieron por la noche estuvo realmente bien, los enanos disfrutaron muchísimo.
Algo que eché de menos fue que los animadores de los adultos fueran más animadores, no que pasaran anunciando las cosas por la piscina como alma que lleva el diablo y desaparecieran, sólo decían la actividad a tal velocidad y en otro idioma que no nos dió ni tiempo a entender que era.
El servicio de habitaciones no los veías pero sin duda cuidaban hasta el mínimo detalle. Cosa que a veces te hace sentir muy especial.
En fin que si queréis ir a desconectar con o sin enanos elegirlo, no os arrepentiréis.
Seguimos soñando con ir a…
Soy Lorena Serrano ¿Viajamos y soñamos juntos? 